Para studioutte, el living es el lugar donde todo comenzó: un espacio compartido, primero doméstico y luego profesional, que acogió el nacimiento del estudio y continúa representando su alma. A través del relato de dos salones milaneses —uno recogido y nórdico, el otro esencial y abierto— emerge una visión del salón como un ambiente fluido, en el que trabajo y vida se superponen, y donde cada objeto, revestimiento y luz contribuye a construir un paisaje habitable personal y mutable. La cerámica, en este contexto, se concibe como un lienzo neutro y coherente, capaz de acoger y valorizar la estratificación de historias, funciones y relaciones que habitan el espacio.
Nunca hemos vivido juntos, pero nuestra alianza nació en un salón, o mejor dicho, en dos, situados por casualidad en la misma calle de Milán, cerca de la Estación Central.
Tras una breve experiencia laboral común, fundamos nuestro estudio, que durante algún tiempo tuvo su sede en el salón de Guglielmo. Su casa tiene un aspecto algo nórdico: el salón está delimitado por dos ventanas con una barandilla muy baja y decorada, por donde entra una luz clara, especialmente por la tarde. La idea era colocar solo un sofá y una lámpara de pie. En realidad, como suele sucedernos, comenzamos a acumular. Hay libros por todas partes; tenemos que moverlos para que las personas puedan sentarse. Y una cantidad infinita de pequeños objetos: cubiertos de hueso, viejos tarros de madera, figuritas orientales de terracota, cabezas africanas, huevos de alabastro, una cruz copta. Son referencias al imaginario pictórico flamenco, a las naturalezas muertas de Pieter Claesz, objetos estrechamente ligados a nuestro estilo, dado que incluso aquellos que pueden parecer más decorativos son, de algún modo, mudos, secos y asertivos. Más adelante, el estudio se trasladó al salón de la casa de Patrizio.
Un espacio abierto en la planta baja de una casa de corredor, con techos de cuatro metros de altura. Lo concebimos como un espacio crudo, esencial, cálido gracias al mobiliario que diseñamos y a una gran alfombra de coco. En el suelo hay una resina blanca que crea un juego de reflejos con el techo lacado brillante color marfil. Para nosotros, el revestimiento es el lienzo sobre el que se perfilan los distintos objetos que habitan una casa, y por ello debe ser neutral, absoluto y coherente entre los diferentes ambientes, salvo quizá en una habitación-refugio, una caja revestida de azulejos.
Desde hace algunos años, el salón de Patrizio se ha convertido en un auténtico estudio-galería donde exhibimos nuestros trabajos durante la Design Week de Milán. En ese caso cambia por completo no solo el contenido, sino también el contenedor: colocamos moqueta en el suelo, tejidos en las paredes, estructuras de aluminio… Se crea un fuerte contraste entre el espacio y el patio de esta casa popular del siglo XX, con los contenedores de basura y las señoras que pasean a los perros. El año pasado, más de mil personas pasaron por nuestro salón.
El salón tradicional italiano era un espacio institucional, de representación, que permanecía cerrado la mayor parte del tiempo y se abría en ocasiones especiales. Hoy en día, también por razones de superficie, el apartamento medio-burgués tiende a la total fluidificación de los espacios y a la licuefacción de la hospitalidad, que se vuelve informal y efímera. Es la idea de casa-showroom, con la isla de la cocina que se convierte en mesa, la mesa que da al sofá, el sofá que mira la televisión y todo lo que de ello se deriva. Cocina, comedor y salón se hibridan en un único ambiente en el que se pasa la mayor parte del tiempo, tanto en soledad como en compañía. Nosotros, en cambio, estamos apegados a la pureza del espacio, que es un concepto clásico italiano. Tenemos una idea muy clara de la casa entendida como nido, donde la disposición compacta de los ambientes y el mobiliario crea burbujas que transmiten una sensación de refugio y protección.
Cuando nos solicitan diseñar un salón, rara vez coincidimos con nuestros clientes en la elección del sofá. En lo que a nosotros respecta, nos encantaría un largo colchón en el suelo, cubierto por una buena tela. Es una idea de salón horizontal, con proporciones alargadas y extendidas, de inspiración afgana, en la que un sofá lineal y excesivo está rodeado por una constelación de mesitas y pequeños asientos. Existe una imagen muy potente del salón de Cy Twombly, en Roma, con todas las sillas Breuer claras dispuestas en serie y una mesa que roza el suelo. Para enfatizar la horizontalidad del salón, son también muy importantes los puntos de luz, que deben ser sintéticos y decorativos, apoyados en el suelo o sobre muebles bajos.
La percepción que tenemos de nuestros salones cambia cuando cae la noche, las luces se vuelven tenues, los objetos de trabajo se retiran y los colaboradores regresan a sus hogares. Leemos un libro, miramos el móvil y, en cierto sentido, nos reapropiamos de nuestro espacio, aunque nunca se trate de un proceso completo, porque la frontera entre trabajo y vida privada, en nuestro caso, es difusa. Cuando recibimos personas en nuestra casa, siempre nos sorprende que, tras la cena, se trasladen de la mesa al sofá. Es una huella cultural, analógica, un legado del pasado. O quizás, más sencillamente, nuestras sillas son incómodas.” – studioutte
Marazzi. Under the Skin es un proyecto editorial que celebra los 90 años de Marazzi, donde la cerámica se convierte en materia narrativa, capaz de contar la identidad de los espacios y de quienes los habitan.
En el volumen, Una Casa Imaginada — una villa de fantasía ideada por la diseñadora británica Charlotte Taylor — da vida a seis ambientes suspendidos entre realidad y visión, en los que superficies, colores y texturas Marazzi crean atmósferas íntimas y sugerentes.
En este escenario, siete autores y estudios creativos han sido invitados a narrar su vínculo con un espacio del hogar, entrelazando memorias personales, reflexiones proyectuales y sugerencias materiales.
Así, en el salón, la mirada deCharlotte Taylorse traduce en un ambiente esencial, animado por toques lúdicos y referencias al diseño italiano de los años 70 y 80, pensado para acoger la noche entre reflejos cálidos y música. Un espacio que, parastudioutte,se convierte en origen y alma de su propio recorrido, donde la vida y el trabajo se entrelazan y la cerámica se vuelve lienzo neutro, capaz de acoger historias, relaciones y paisajes en continuo cambio.
Contribución: studioutte
Imágenes: Charlotte Taylor
Floor: Slow Pomice and Vero Quercia
Table: Terramater Cotto
studioutte
studioutte es un estudio de arquitectura e interiorismo fundado por Guglielmo Giagnotti y Patrizio Gola en 2021, en Milán. La investigación del estudio se centra en los temas del arquetipo, el soft minimal y el lenguaje vernáculo.