LEED y cerámica: un binomio sostenible

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La cerámica italiana favorece la obtención de los créditos LEED para valorizar edificios ecosostenibles.

La certificación LEED, sigla de Leadership in Energy and Environmental Design (liderazgo en energía y diseño medioambiental), representa un estándar internacional para el diseño, la construcción y la gestión de edificios sostenibles. Este sistema, desarrollado por el Green Building Council de los Estados Unidos de América, difundido en más de setenta países del mundo, entre los que se encuentra Italia, tiene el objetivo de promover la realización de estructuras energéticamente eficientes y salubres, con impactos medioambientales reducidos y un mejor bienestar para los ocupantes. En este contexto, la selección de los materiales de construcción desempeña un rol crucial para conseguir créditos LEED y contribuir a la sostenibilidad del proyecto.

La certificación LEED se basa en ocho categorías, cada una de las cuales permite recibir créditos, asignados en función de las prácticas sostenibles adoptadas durante el diseño y la construcción de un edificio.  Los aspectos considerados incluyen el aspecto energético, el consumo de agua, los materiales y los recursos empleados, la calidad del medio ambiente interior, la ubicación y el transporte, la sostenibilidad de la planta, las prioridades regionales y, para terminar, la innovación.

La cerámica, gracias a sus características intrínsecas, puede contribuir significativamente a la consecución de créditos LEED, gracias a la obtención de créditos en las distintas macrocategorías que componen la certificación.

La cerámica y el gres porcelánico se elaboran con materias primas naturales extraídas de canteras que funcionan respetando el medio ambiente y con un porcentaje variable de materiales reciclados, procedentes de restos del proceso que se reintroducen en el ciclo productivo. 

Marazzi Group utiliza materias primas procedentes de cadenas de suministro controladas, con arreglo a los informes técnicos que contienen la autorización de extracción, el plan de recuperación ambiental y el informe de evaluación del impacto medioambiental junto con la declaración de conformidad con las directivas europeas e internacionales para la protección del hábitat y la diversidad biológica, y reutiliza en el proceso productivo el 100% de los restos de producción crudos y cocidos.

La gama incluye setenta y cinco colecciones elaboradas con porcentajes de entre el 30 y el 40 % de material reciclado, que van desde colecciones cerámicas y de gres porcelánico de formato pequeño hasta colecciones de formato grande para solar pavimentos y revestir paredes, ofreciendo un amplio abanico de soluciones para ejecutar proyectos de diseño de muy alta calidad.

La reutilización de las aguas empleadas en el proceso productivo llega al 120 % gracias al reciclaje de todas las aguas residuales de la producción de azulejos de cerámica del Grupo y a la recuperación de aguas procedentes de otras empresas del sector.

Dentro de la categoría de Materiales y Recursos, el Grupo también ha evaluado individualmente el impacto del ciclo de vida de sus fábricas, publicando las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) de las distintas plantas.

Todos los materiales con los que se fabrican los productos de Marazzi son sanos y ecológicos, en línea con la categoría Calidad de los ambientes interiores.  Los ingredientes de la composición se comunican de manera transparente a través de la Health Product Declaration (HPD), una autodeclaración sobre la composición química del producto gestionada por la organización sin ánimo de lucro HPD Collaborative y la Declare Label, con la indicación Red List Free.

La cerámica no libera compuestos químicos ni nocivos para la salud (COV) al medio ambiente durante todo su ciclo de vida, mejorando el confort y el bienestar de los ocupantes del edificio y del entorno. 

Las cerámicas de Marazzi también han sido sometidas a pruebas para verificar el cumplimiento del programa de certificación GreenGuard Gold.

La cerámica, conocida por su durabilidad, resistencia y facilidad de mantenimiento, reduce la necesidad de efectuar reemplazos y labores de mantenimiento. Los azulejos o los recortes sobrantes después de la colocación constituyen restos inertes, destinados a ser reciclados como material para la pavimentación vial, material de relleno en obras de saneamiento y para la fabricación de ladrillos, tras haber recibido el código europeo LER 101103 (azulejos no colocados) o LER 170107 (mezclados con otro material de construcción proveniente de demoliciones).

En resumen, el uso estratégico de la cerámica en las fases de construcción y diseño puede ayudar a cumplir los criterios requeridos para obtener la certificación LEED, fomentando así la construcción de edificios sostenibles.