El cotto, por su naturaleza, hace acogedores los ambientes. Las tonalidades cromáticas, cálidas y naturales, nos remiten a una larga historia mediterránea, en la que una pasta de arcilla, trabajado a mano con escasa tecnología, da un aspecto atemporal a las manufacturas por pertenecer desde siempre a nuestra cultura. Hay vestigios de cotto (terracota) desde la época etrusca, pero fue durante el Imperio Romano cuando el material encontró su uso más amplio. Este es el momento en el que nace y se extiende la clásica colocación en espiga; mientras que los dibujos geométricos, las taraceas y las decoraciones aparecen a partir del Bajo Imperio y en el período bizantino. Tradiciones que se transmiten a la actualidad contemporánea a través de formatos (del cuadrado al rectangular, del pequeño al múltiplo geométrico) y decoraciones tono sobre tono, realizadas con las diferentes tonalidades de la arcilla.
En la época presente de vuelta a la materia, de la que da testimonio la colección Crogiolo de Marazzi, que le rinde homenaje a la autenticidad de la cerámica artesanal, el cotto vuelve a ser actual. Pero si tradicionalmente se ha utilizado en contextos más rústicos o rurales, el cotto hoy reivindica su valor estético, demostrando ser adecuado para contextos contemporáneos. Porque interpretado a través del gres porcelánico, se convierte en un material industrial de elevadas prestaciones técnicas, resistente a las heladas y muy resistente a las solicitaciones mecánicas, lo que permite utilizarlo de formas jamás experimentadas hasta ahora. El cotto se vuelve contemporáneo, asimismo, gracias a formatos imposibles de obtener a partir del material original, que le confieren una estética inédita al material. En este sentido, la colección Terratech de Marazzi, con formatos rectangulares (de 30 x 60 cm y 75 x 150 cm) y cuadrados (de 60 x 60 cm y 75 x 75 cm), permite la experimentación creativa entre múltiples dimensiones y entre siete tonalidades lisas y tres decoraciones de tipo mosaico. El cotto se puede interpretar en grandes superficies técnicas, implementadas por las tecnologías StepWise, antideslizante, BodyPlus, que le confiere consistencia a toda la masa, y High Performance, para superficies sometidas a esfuerzos elevados.
Gracias a la producción mediante la tecnología Premium 3D Ink, que combina perfectamente los grafismos con las estructuras tridimensionales, diferentes en cada pieza, cada azulejo de la nueva colección Slow reproduce plenamente las superficies mates, arenosas y tornasoladas típicas de las arcillas, para el revestimiento de paredes y suelos dinámicos y vibrantes. La estética del cotto adquiere un aspecto más narrativo, que alude a la huella del ser humano y a la autenticidad del material, confiriendo a los ambiente una atmósfera cálida y familiar, aun sin renunciar al aspecto creativo. Los seis formatos de Slow, del cuadrado al rectangular (de 120 x 120 cm, 75 x 150 cm, 60 x 120 cm, 80 x 80 cm, 75 x 75 cm y 60 x 60 cm), permiten gestionar múltiples espacios y colocaciones apostando ya por combinaciones de diferentes materiales en contraste, con el frío del metal, el brutalismo del cemento o el carácter natural de la madera, ya por decoraciones de la misma colección, como Rafia, que reproduce una alfombra de textura suave, o Tapis, de superficie más estructurada. En ambientes de estilos más distintos, se pueden crear efectos de alfombra tono sobre tono o, con el formato más grande de la colección, «diluir» la trama de las juntas del solado, evocando la colada de los pavimentos de cemento continuo.
La nueva colección ArtCraft de la serie Crogiolo, en cambio, juega con el formato pequeño (cuadrado de 20 x 20 cm, hexagonal de 21 x 18,2 cm y rectangular de 5,3 x 30 cm). Los azulejos reproducen la variedad y las formas del cotto tradicional, mientras que la factura de los azulejos reinterpreta, en la ligera irregularidad de la superficie y los bordes, el paso de las manos y las herramientas del artesano. Siete colores, de Argilla a Coccio y Sabbia, también articulados en estructuras tridimensionales en listelos, mosaico de tesela redonda y cuatro decoraciones (las geométricas Bolli y Triangoli y las más decorativas Quadri y Segni, que reproducen, en cambio, los motivos de la cerámica tradicional) permiten crear una combinación mudable y personal entre variantes y soluciones inesperadamente diferentes por estilo y colores.
La combinación entre ArtCraft y Slow que se vale de la correspondencia entre los colores de las dos colecciones, también resulta eficaz. Así, el carácter artesanal del cotto se puede articular, en paredes y suelos, a través del juego de los varios formatos y de las superficies tridimensionales o decoradas. El cotto, así, se convierte en un nuevo lenguaje con el que diseñar espacios familiares tan contemporáneos como llenos de calidez.