Via Asiago 91

Fachadas compactas pero de morfología variada. El estudio de Simone Dominoni realiza veinte apartamentos en los que usa profusamente el gres porcelánico, en el formato de 60 x 120 cm y en submúltiplos del mismo, para crear fachadas de aspecto dinámico y original.
En el barrio de Gorla, en Milán, el ingeniero Simone Dominoni proyecta un edificio residencial de veinte apartamentos, constituido por un sótano y seis plantas, además de la baja. A pesar de que el bloque se ha construido de nueva planta, estaba sujeto a numerosos condicionantes planimétricos, como la alineación del frontispicio con las construcciones adyacentes. Y, aun caracterizándose por un telón mural más bien compacto, salpicado por balcones entrantes y a ras de fachada, el edificio ofrece una imagen variada gracias al juego de alturas entre los tres cuerpos de fábrica que lo componen.
Para la eficiencia energética, el ingeniero Dominoni ha optado por un empleo profuso de las fachadas ventiladas, revestidas con azulejos de gres porcelánico de la colección de imitación del cemento Clays en el color Sand y en el formato de 60 x 120 cm. Con la única excepción de placas encoladas en la planta baja, donde el aislamiento térmico es menos necesario, y en las terrazas a la altura de los áticos.
“La fachada es más bien compacta”, indica Dominoni. “Para darle dinamismo, hemos tomado como base el formato de 60 x 120 cm, que hemos cortado en submúltiplos creando un ritmo geométrico. Para acentuar la serie de balcones entrantes con respecto a la línea de las fachadas (excepto los del frontis del patio) hemos revestido las impostas con gres porcelánico de la colección de imitación del cemento Mineral, en el color Iron y el formato de 60 x 120 cm: otra decisión que le da dinamismo a la estética de la fachada añadiendo, además, un contraste cromático. Para completar los balcones, los hemos dotado de viseras parasol fijas, colocadas en algunas partes de los mismos”.
Las fachadas principales presentan paredes ventiladas revestidas con gres porcelánico, mientras que las fachadas secundarias y las partes empotradas de las terrazas se han tratado con enlucido nivelado de cobertura. Corona el edificio una azotea de cubierta plana que alberga las unidades exteriores de las redes de servicio comunes, los paneles solares y fotovoltaicos para la producción de energía eléctrica y agua caliente, y la maquinaria de las instalaciones de servicio. “Formas modernas, netas y con pocas sombras, como las de este edificio, requieren materiales más eficientes, fiables y duraderos. Por ejemplo, el tejado sin aleros ni voladizos, así como la inexistencia de antepechos, comporta una mayor exposición de las fachadas a los agentes atmosféricos y, en consecuencia, un deterioro más rápido. Materiales como el gres porcelánico aseguran una mayor duración, requieren un menor mantenimiento y además garantizan el cumplimiento de las normativas antiincendios, así como la consecución de la eficiencia climática del edificio, factor, este último, imprescindible en el diseño de proyectos arquitectónicos”, concluye Dominoni.
Fotos: Saverio Lombardi Vallauri
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