Dorbolò Gubana Boutique

Ciudad milenaria declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Cividale es una de las muchas perlas que ofrece el territorio friulano. En la histórica vía Largo Boiani, con vistas a la catedral y al ayuntamiento, el estudio de arquitectura Visual Display —especializado en interiorismo, con gran experiencia en el sector minorista y la hostelería— ha sabido proponer una interesante reinterpretación de las pastelerías centroeuropeas a través de un proyecto en que el espacio se caracteriza por una alquimia de soluciones técnicas y de experiencias inmersivas.

La gubana, que da nombre a la pastelería-panadería de la familia Dorbolò, es un pastel típico de la zona, relleno de nueces y uvas pasas, que, según la tradición, antes de degustarlo debe empaparse con Slivovitz, un aguardiente de ciruelas de origen serbio que revela, una vez más, el rico mestizaje cultural de las cocinas de frontera.

Para Dorbolò Gubana Boutique, Visual Display ha realizado un concepto de diseño innovador, una boutique-joyería de elegancia sobria, aunque rica, que apuesta por la transparencia y la sencillez de los materiales. “Está concebida como una escenografía teatral —explica la arquitecta Stefania Fumagalli— que, con un fascinante efecto óptico de lienzos conformados, dirige la mirada hacia la pared de fondo, donde predomina el mostrador y el gran logotipo de latón”. 
Importantísima es, por tanto, la elección de los materiales de revestimiento. El gres porcelánico imitación piedra Carácter, que reviste tanto el suelo como los mostradores y las encimeras de trabajo, evoca la austeridad de las piedras locales en el acabado Mix Multicolor. Se trata de un material preciado, no solo por la peculiaridad de la superficie, que contiene piedras y guijarros, sino también porque integra dos de las tecnologías más innovadoras: Puro Marazzi Antibacterial, que elimina el 99,9 % de las bacterias y los organismos nocivos a través de los iones de plata incorporados en la superficie durante el proceso de producción, y StepWise, caracterizada por su gran función antideslizante y, al mismo tiempo, por una superficie suave y fácil de limpiar.

En la disposición del espacio, hay otros elementos que contribuyen a crear una atractiva puesta en escena: el minimalismo del conjunto y la repetición de las líneas geométricas se matizan por medio de una subestructura en forma de arco y por las suntuosas arcadas del techo que sujetan la imponente lámpara de latón y cristal opalino, diseñada ad hoc, mientras que en las vitrinas los pasteles se exponen como joyas. “Entre los tabiques de color avellana encontramos estantes expositores, espacios portaobjetos que descubrir y pequeños pero cómodos rincones donde sentarse a saborear un trozo de tarta y un café. El pan también tiene un papel importante, con una esquina ubicada a la entrada donde exponer los productos recién salidos del horno”.

En un espacio tan atractivo, es casi imposible no entrar para disfrutar de una pequeña pausa.  


Ph. Camilla Bach