Aeroporto Internazionale Henri Coanda

El proyecto se puso en marcha en 2008, cuando Technital S.p.A., sociedad internacional líder en el sector de la ingeniería, recibió el encargo de Romairport, para la que ya había proyectado la primera y la segunda fases de desarrollo entre 1994 y 1999. El estudio Capelli Architettura & Associati se ocupó, por mandato de Technital, del asesoramiento relativo a los aspectos arquitectónicos. La intervención requirió el empleo de un equipo que trabajó para alcanzar un doble objetivo: en primer lugar, la reconfiguración general de los flujos de pasajeros ante la entrada de Rumania en el área Schengen; en segundo lugar, la ampliación de la superficie del aeropuerto para alcanzar una capacidad de 6 millones de pasajeros al año con la calidad de servicio B-IATA, correspondientes a 9 millones con una calidad de servicio D-IATA. La tercera fase de la ampliación prevé, además del edificio Finger, que triplica la superficie destinada al embarque y desembarque de pasajeros, la ampliación del área de salidas y la reforma parcial de la de llegadas. Se ha propuesto una arquitectura en línea con los más modernos estándares internacionales para este tipo de edificación. La organización de los espacios interiores se ha establecido de acuerdo con una interpretación funcional completamente inédita para este tipo de construcción. A la suave continuidad del perfil general exterior que confiere al edificio el aspecto de un contenedor funcional neutro se ha contrapuesto la racional composición de las masas por “volúmenes acabados” del interior. Los materiales usados (estructuras metálicas a la vista, cristal, Alucobond, gres cristalizado, SistemA de Marazzi Tecnica) otorgan a la intervención un sentido de coherente rigor compositivo y de sobriedad cromática.