Vivir en Provenza

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Vivir en Provenza

En el proyecto de un bistró en Hyères, Jean-François Parodi propone un espacio dinámico utilizando color y materiales innovadores. De esta forma, el mármol delicado es sustituido por el gres de última generación realizado por Marazzi

Unas vacaciones en Hyères —la famosa localidad marina situada a unos veinte kilómetros de Tolón— son una experiencia inolvidable para conocer una de las muchas esencias que forman la Provenza.
Pasear por sus calles pintorescas significa redescubrir una atmósfera retro y contemporánea al mismo tiempo. Nadar en las pequeñas calas de aguas cristalinas y descubrir la naturaleza incontaminada de su famoso archipiélago, que incluye la conocida isla de Porquerolles, significa colmar los ojos de encanto y dejarse acompañar por el canto de las cigarras y el rumor de las olas al romperse.
La poesía de Hyères también se manifiesta en su excelente cocina local, todo un gozo para el turismo internacional. Bouillabaisse, anchoïade, tapenade, ratatouille son algunos de los platos más famosos que se pueden saborear en las pequeñas cafeterías y restaurantes del paseo marítimo, en el respeto de la autenticidad y la mediterraneidad del lugar.

El reciente proyecto de La Brasserie des Îles presenta un look dinámico, que se distingue de los espacios más tradicionales por el uso de colores vivos y la combinación desenfadada de materiales diferentes. «Me gusta darle un gesto identitario a cada uno de los lugares que creo», afirma el proyectista, el arquitecto Jean-François Parodi del estudio SA&RO. Inundada de luz natural gracias a los amplios lucernarios y a los acristalamientos que cierran dos lados del perímetro, la brasserie incluye un comedor formado por una larga serie de pequeñas mesas, a las que se añade una más amplia, pensada para hasta diez comensales.

El mármol utilizado tradicionalmente en los bistrós como tablero de mesa aquí se ha reemplazado con tablas de formato muy grande del gres porcelánico fino coloreado en masa The Top Marble Look Capraia de 12 mm de grosor, fruto de la tecnología digital puntera de Marazzi, que combina la increíble verosimilitud del parecido al material natural con un rendimiento inimitable en términos de durabilidad y facilidad de mantenimiento. El acabado brillante, por su parte, acentúa la elegancia de las vetas del gres Grande Marble Look Capraia, que se reproduce en la pared de la bodega de vinos. La colección Grande también rodea la zona de conversación, en la intensa variante oscura Marble Look Saint Laurent (120×240 cm) —que se retoma en el revestimiento de la barra del bar— concebida aquí por el proyectista como un fondo escenográfico perfecto para resaltar el amarillo ácido y el azul cobalto de los llamativos asientos.   

Fotos: Alexandre Scarciglia