De antiguo taller de carpintería a “taller de vida”

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De antiguo taller de carpintería a “taller de vida”

Revestimientos tradicionales como el gres de imitación de la madera y luz natural para la reforma de un taller de carpintería ahora convertido en vivienda.

Para este proyecto volamos a España, al barrio marítimo de Cabanyal, en Valencia, famoso por las casas de época de colores y por el escenario, que recuerda viejas historias de pescadores. En este sugestivo lugar se ubica la reforma de un antiguo taller de carpintería abandonado, actualmente transformado en vivienda.

Desarrollado en horizontal, con la zona de día orientada hacia la fachada oeste y la zona de noche hacia el patio, el proyecto de reforma, obra de los arquitectos de Estudio Veinteporveinte, presenta la iluminación como elemento central del proyecto. Por ello se ha recuperado la distribución de las superficies exteriores, mientras los postigos del portón de la entrada principal regulan la intensidad de la luz natural. También se ha modificado la amplitud del patio para permitir una mayor aportación de luz.

Un único pasillo conecta la zona de día con la de noche, en la que cada uno de los elementos proyectivos se ha pensado en relación con el pasado comercial y de taller de este espacio. La sala de estar es el ámbito principal derivado del uso de la construcción anterior al de taller. Todavía pueden verse tanto la estructura original de viguetas y bóvedas como las arcadas signo de las sucesivas ampliaciones que han ido marcando los noventa años de vida del edificio.

Las texturas son las tradicionales, con suelos de gres porcelánico que transmiten la calidez de la madera y cerámicas esmaltadas o enlucido blanco para los revestimientos de las paredes. Las coloraciones lignarias elegidas para las pavimentaciones son los tonos claros de la colección Treverkhome Betulla de Marazzi. Se trata de una imitación de la madera que en esta tonalidad contribuye a caldear el ambiente, haciéndolo más acogedor, al tiempo que constituye la opción ideal para facilitar la propagación de la cálida luz natural procedente de las aberturas de la fachada que da a la calle. Un guiño a la tradición gracias a la imitación de la madera, pero también un toque contemporáneo dado tanto por las prestaciones técnicas propias del gres porcelánico como por la colocación de formato grande, de 20 x 120 cm.

En una planimetría de desarrollo sencillo y tradicional, el comedor, como sala principal, ocupa la mayor parte de la superficie y se convierte en espacio en el que hacer, estar, vivir y transitar. Una zona de juegos para los niños, un espacio en el que guardar la bici, una zona de estudio, una pieza en la que bailar, un rincón para la lectura. Un espacio acogedor de cálida luz natural y con los revestimientos de la tradición. Un taller para la vida.