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El interesante proyecto de reforma de Antonio García Bueno en Loma Verde, en las proximidades de Granada (España), transforma una anónima villa de los años ochenta en una construcción blanca y moderna.
En la reestructuración de esta vivienda unifamiliar situada en Loma Verde, cerca de Granada (España), el proyectista Antonio García Bueno se ha ocupado
tanto de la reforma energética como de la arquitectónica, culminada con la disposición de una zona de piscina en el jardín.
La exigencia de mejorar la comodidad, la eficiencia energética y la distribución de los interiores con un lenguaje estético más actual es el elemento básico del proyecto de reforma de esta vivienda unifamiliar, situada en una pequeña propiedad suburbana de Loma Verde, Albolote, en las cercanías de Granada.
Se trata de un edificio independiente —construido en serie en los años ochenta, durante un período de intensa urbanización de los alrededores de la ciudad— pero, como suele ocurrir en estas circunstancias, carente de virtudes desde el punto de vista arquitectónico y de composición, a pesar de estar rodeado por un bonito jardín.
La reestructuración, confiada al arquitecto Antonio García Bueno, ha satisfecho plenamente las demandas del propietario, que quería para su familia y para sí mismo una vivienda más adecuada al nuevo estilo de vida y a las necesidades funcionales.
La reforma también ha afectado a la fachada exterior, en la que se ha intervenido con un sistema de aislamiento que no solo ha contribuido a reducir el consumo energético sino que ha modificado la estética original, confiriéndole al edificio un sello minimalista, racional y contemporáneo.
En el interior, en la planta baja, el gran espacio de la sala de estar, diáfano, luminoso y abierto, se comunica con la cocina, el soportal y el exterior, mientras que la zona de noche se encuentra en el primer piso. Los materiales, los complementos y los elementos decorativos se han elegido de entre las mejores marcas italianas.
En el proyecto, la piscina representa sin ninguna duda el componente lúdico y relajante, indudablemente el más regenerador; teniendo en cuenta el clima de Andalucía, se podrá disfrutar de la misma casi todo el año. Aquí, la selección del acabado Antracite de la serie Mystone Pietra di Vals realizada con la tecnología High Performance ha creado un decidido contraste cromático con la pavimentación clara que rodea la casa, casi como si se quisiera delimitar un área más natural, constituida por elementos como el agua y la cuarcita, perfectamente reproducida con el gres porcelánico de Marazzi. Mystone Pietra di Vals, que en los diversos formatos de 60 x 120 cm, 30 x 120 cm, 60 x 60 cm y 30 x 60 cm reproduce la aleatoria colocación de la piedra natural, se ha empleado, no solo en el revestimiento vertical de la pileta y de las paredes perimetrales de la piscina, sino también en los bordes, en los escalones y en la zona de la ducha, aprovechando sus excelentes propiedades antideslizantes, de tacto y de resistencia a la humedad y a los agentes atmosféricos.
Fotos: José Garrido
