Luigi Ghirri. Les années Marazzi 1975 – 1985 al Instituto Italiano de Cultura de París

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Luigi Ghirri. Les années Marazzi 1975 – 1985 al Instituto Italiano de Cultura de París

El Instituto Italiano de Cultura de París presenta por primera vez en Francia un conjunto inédito de fotografías de Ghirri conservado durante décadas en los archivos de la empresa de cerámica emiliana Marazzi

Como parte del itinerario «A Paris pendant Paris Photo», de Paris Photo 2021, del 10 de noviembre al 21 de diciembre de 2021, el Instituto Italiano de Cultura de París presenta Luigi Ghirri. Les années Marazzi 1975 – 1985, comisariada por Ilaria Campioli. La muestra, segunda cita de un proyecto de exposiciones que tiene su primera parada en el Palazzo Ducale de Sassuolo (Módena, Italia) del 16 de septiembre al 31 de octubre, exhibe por primera vez en Francia un conjunto de fotografías prácticamente inéditas tomadas por Luigi Ghirri entre los años setenta y ochenta para la empresa de cerámica Marazzi, como homenaje a uno de los maestros más importantes de la fotografía italiana a escala internacional.

El proyecto de exposiciones, llevado a cabo gracias a la colaboración entre el Instituto Italiano de Cultura, el Archivo Luigi Ghirri y Marazzi Group, representa una nueva pieza de la importante operación de puesta en valor que Marazzi ha emprendido merced al intercambio de una experiencia cultural única, que añade nuevos elementos al conocimiento de la obra y al estudio de un gran maestro de la fotografía italiana, apreciado en todo el mundo.

«Es un gran honor para nosotros albergar la obra de uno de los mayores fotógrafos italianos del siglo XX», ha declarado Diego Marani, director del Instituto Italiano de Cultura de París, «esta importante operación de puesta en valor emprendida por Marazzi, nos permite hoy exponer obras inéditas y rara vez mostradas al público, en un importante contexto internacional como Paris Photo 2021».

Todo sucedió en el radio de unos pocos kilómetros, en el corazón de la Emilia, una región del norte de Italia con una fuerte vocación industrial.
Luigi Ghirri (1943) nació en Scandiano, en la provincia de Reggio Emilia, pero a los tres años se trasladó a unos kilómetros de distancia, a las instalaciones del Colegio San Carlo de Sassuolo, en la localidad de Braida, un gran edificio neoclásico adaptado para dar cobijo a personas evacuadas. Desde este colegio, todas las mañanas, la mayoría de los hombres y mujeres iban a trabajar en bicicleta a las fábricas de cerámica aledañas. Una de estas era la fábrica Marazzi, fundada en Sassuolo en 1935 por Filippo Marazzi.
En este territorio entre Módena y Reggio Emilia, donde el fotógrafo siempre regresa y que ve nacer muchos de sus proyectos germinales, Luigi Ghirri se encuentra por primera vez con Marazzi. Fue en 1975 cuando Ghirri cruzó el umbral de la fábrica: se encuentra en una fase de crecimiento y experimentación que lo llevan hacia su primera gran exposición personal en Parma, en 1979.

En diez años Ghirri creó un importante corpus de obras para Marazzi, casi por completo desvinculadas de los cánones de la imagen publicitaria pero perfectamente consecuentes con la investigación artística y visual y los temas que más interesaban al fotógrafo en aquellos años: la superficie, el objeto común, el proyecto, el paisaje y la luz como espíritu guardián.

El recorrido de la exposición se abre en la sala de los espejos con fotografías en las que la cerámica se convierte en una cuadrícula geométrica que delimita los espacios a través de miniaturas, cambios de perspectivas y pequeñas ilusiones ópticas. Junto a estas imágenes, las dedicadas a arquitecturas ideales y fragmentos de estética clásica que interactúan de nuevo con cuadrículas de azulejos cuyo efecto geométrico y chocante se acentúa con el uso de espejos y reflejos, en un continuo análisis de la visión y sus mil variaciones. En la sala contigua, la galería de cuadros, dominan los colores, primero los tonos terracota, como fondo para el reloj de arena, la dama, el huevo y el cactus, y luego las imágenes en las que las herramientas del aprendizaje infantil son protagonistas, el ábaco, los lápices de colores, la pizarra, junto a las herramientas de juego (la pelota) y de la imaginación (un arco iris sostenido por la sombra de una mano).

«En la producción realizada para Marazzi, Luigi Ghirri incluye el material cerámico dentro de una reflexión más amplia sobre la representación», ha explicado Ilaria Campioli, comisaria de la exposición. «Las superficies pasan a formar parte de ese sistema de medición y reducción del mundo a escala, tan importante para el autor en esos años. La combinación de los diferentes planos y las cuadrículas le ayudan a profundizar en su reflexión sobre el conocimiento y el aprendizaje, como si fueran una hoja en la que aprender a escribir y dibujar una y otra vez».

Descubre 
www.ghirri.marazzi.it
www.iicparigi.esteri.it
www.archivioluigighirri.com