La limpieza correcta de los azulejos tras la obra garantiza que las superficies sean rápidas y fáciles de lavar, y elimina los residuos de material de rejuntado y suciedad que pueden crear manchas antiestéticas: estos son nuestros consejos para realizarla.
La limpieza al final de obra es una operación fundamental, aunque a veces no se le da la debida importancia o no se lleva a cabo por el motivo que sea (generalmente debido a la falta de tiempo por los plazos de obra). Y, sin embargo, se trata de una operación que facilita el mantenimiento habitual, el cual, de lo contrario, se complica a causa de la presencia de restos y manchas que no parecen tener explicación.
Limpieza de fin de obra: qué es y por qué es importante
Consiste en eliminar los residuos de colocación y se realiza durante la propia colocación y al final de la obra, para evitar que el estuco y el polvo se adhieran a la superficie de forma definitiva, lo que complicaría la limpieza habitual de los azulejos.
Se trata de una operación importante, en especial por lo que respecta al suelo —que en la mayor parte de los casos es de gres porcelánico (mientras que la bicocción es más adecuada para las paredes)— y que resulta fundamental sobre todo para las superficies exteriores o estructuradas, cuya limpieza resultaría más compleja en un segundo momento.
El primer paso importante es eliminar el exceso de estuco durante las operaciones de rejuntado, antes de que se seque y el suelo se ensucie más fácilmente. Por eso, es aconsejable hacer el rejuntado en superficies de 4 o 5 m² a la vez, para poder limpiar los residuos lo antes posible con una esponja humedecida en agua.
Al terminar la obra, es decir, cuando el material de rejuntado se haya secado por completo, se realizará una limpieza ácida propiamente dicha, usando productos profesionales comercializados en tiendas para la construcción y en cadenas de bricolaje. El objetivo es eliminar todos los restos de la obra que hayan quedado en el suelo (estuco, cola, pintura y suciedad).
¿Quién se encarga de la limpieza al final de la obra?
De acuerdo con la norma italiana UNI 11493 de Assoposa (que regula la colocación de las baldosas de cerámica), la limpieza es responsabilidad del solador-alicatador que coloca el revestimiento.
Si bien los soladores-alicatadores normalmente realizan la primera fase durante el rejuntado, la segunda —la limpieza de fin de obra— a veces se omite por falta de tiempo al terminar la obra y porque sucesivamente deben trabajar otros profesionales después del alicatado. Por eso, puede ocurrir que la realice una empresa de limpieza o los propietarios mismos de la vivienda, o incluso que no se efectúe nunca (por desconocimiento), y esto dificultará la limpieza habitual. Salvo en casos contados de gran dificultad, es posible solucionarlo comprando los detergentes necesarios y poniendo en práctica los siguientes consejos.
La limpieza ácida al final de la obra: cómo se lleva a cabo y qué productos se usan
La limpieza de los azulejos al final de la obra se debe realizar en superficies de 2 m² a la vez: los azulejos se mojan, se aplica el detergente idóneo, diluido siguiendo las instrucciones del fabricante, y se deja actuar durante el tiempo indicado. A continuación, se quita la suciedad con una esponja y se eliminan —y esta etapa es importantísima— todos los residuos de producto con agua o papel absorbente (lo ideal sería una aspiradora de líquidos). Por último, se hace un aclarado final con agua limpia.
Para elegir el producto limpiador, se tendrá en cuenta el tipo de material de rejuntado usado en las juntas de colocación de los azulejos y el estado de dichos azulejos.
En el caso del estuco cementoso (el más común), la limpieza al final de la obra debe realizarse con un producto limpiador a base de ácido débil. Si hay muchas manchas blanquecinas y residuos de estuco, podría ser útil un desincrustante más fuerte, a base de ácido débil pero que también contenga tensioactivos y ácido fosfórico. Si los azulejos están muy sucios o si ha transcurrido tiempo desde que se colocaron, también puede usarse un producto desengrasante profesional.
En cambio, si se ha utilizado estuco epóxico, existen productos específicos para la limpieza de fin de obra de los azulejos rejuntados con este material.
En términos generales, estos detergentes pueden utilizarse con el gres porcelánico y todos los materiales de revestimiento resistentes a los ácidos. En cualquier caso, siempre es aconsejable consultar la ficha técnica de la colección para comprobar que no presente indicaciones en contrario.
¿Y después de la limpieza de fin de obra?
Si la limpieza tras la colocación se ha llevado a cabo correctamente, los revestimientos quedarán perfectamente limpios, sin manchas ni residuos. Para mantener perfectas las superficies, bastarán pocas operaciones de mantenimiento ordinario de los azulejos, que hemos resumido en este artículo.