Limpieza con vapor: un sistema ecológico y natural

Cómo limpiar el gres porcelánico de manera eficaz y rápida.

Aunque es necesaria para vivir en un espacio higiénico y pulcro, para casi todo el mundo la limpieza doméstica no es una actividad agradable. Hoy día, por suerte, existen varias propuestas en el mercado que se alían con nosotros en las tareas de limpieza de las superficies del hogar. Entre estas, sin duda, el sistema que presenta más ventajas es el vapor.

Ideal para limpiar el gres porcelánico y la suciedad de las juntas de separación de los azulejos, el vapor es un sistema ecológico y natural que no requiere que recurramos a detergentes y nos permite actuar con total seguridad sin tener que emplear agentes químicos. Los detergentes de uso común, en efecto, contienen substancias que pueden provocar alergias o molestias, perjudicando sobre todo a los seres más vulnerables, como los niños o los animales de compañía. El vapor, además de limpiar de forma profunda, se seca enseguida, garantizando un aseo total de los locales y reduciendo la presencia de gérmenes y bacterias rápidamente.

¿Cómo funciona la limpieza con vapor?

Los aparatos que se comercializan, transformando el agua en vapor (a alta temperatura y a una determinada presión), permiten conseguir una fuerza limpiadora e higienizante natural que ningún detergente químico puede lograr. Así es, la elevada temperatura neutraliza la carga estática que se forma en las partículas de polvo y al mismo tiempo acaba con la suciedad más resistente. El vapor, además, actúa de manera tal que las superficies permanecen pulcras durante más tiempo. 

¡El uso de los aparatos de vapor resulta de lo más sencillo! No hay más que llenar el depósito (según se indica en las instrucciones) y, en cuanto la presión dentro de la caldera alcance la temperatura adecuada, poco a poco se podrá empezar a pasar el chorro de vapor por toda la superficie.