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¡La sala de estar, corazón del hogar!
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Tanto en los pisos grandes como en los pequeños, la sala de estar representa la zona de convivencia y contacto social de la casa
Tanto en los pisos grandes como en los pequeños, la sala de estar representa la zona de convivencia y contacto social de la casa. Por ello se le suele reservar la pieza más amplia y con mejor exposición hacia el exterior. A menudo en las casas nos topamos con interiores en los que los varios elementos de la decoración y sus correspondientes detalles muestran una vida propia que no tiene conexión alguna con las aspiraciones ni con las necesidades de quien los vive. Hay que procurar que los elementos de la decoración, los materiales, los tejidos y los colores traben una relación armoniosa y se combinen para transmitir un toque de personalidad.
En una sala de estar han de convivir sabiamente el espacio para leer o mirar la tele, el espacio para comer, tanto si se trata de un comedor como de una cocina americana. Por esta razón, es muy importante empezar eligiendo un pavimento uniforme. Los requisitos fundamentales de una pavimentación tienen que ser de carácter estético, funcional, de resistencia al desgaste y de practicidad de cara a la limpieza y el mantenimiento: Marazzi lanza tres nuevas propuestas: el gres de efecto cemento, con la colección Brooklyn; el gres de efecto “matérico”, con Blend; y el gres de efecto madera, con Treverkchic, que aúnan sabiamente uniformidad, elegancia y funcionalidad.
Resulta recomendable remarcar las diversas funciones del espacio eligiendo los colores con inteligencia, optando por la armonía o por el contraste.
La luz es igual de importante: debe poner de relieve de forma neta las distintas partes de la sala de estar.
En la zona de día se suelen colocar los objetos y los elementos decorativos más estimables, motivo por el cual la iluminación desempeña una importante función valorizadora de los mismos.
Resulta preferible disponer diversos puntos de iluminación (pocos, pero de grandes dimensiones) a alturas diferentes, para así poder satisfacer varias utilizaciones a lo largo del día. Apliques y focos resultan muy útiles para iluminar los cuadros y demás objetos especiales, como también las lámparas de mesa y de suelo para crear un ambiente más recogido.
En el caso del comedor o de la cocina habrá que establecer una iluminación peculiar, agradable y uniforme, que transmita calidez y tranquilidad; una lámpara colgante también resultará ideal.
Si por el contrario disponemos de una cocina americana habrá que suministrarle una luz suficiente para trabajar a gusto y con alegría. Un punto de luz suspendido, siempre interesante, puede combinarse con puntos de luz situados bajo los elementos colgantes, creando una luz difusa.
Tanto si es grande como pequeña, la sala de estar constituye el corazón del hogar: aquí tiene lugar la mayoría de las actividades, con independencia de que uno viva solo o en compañía. La zona de día debe “vestirse” a medida para adaptarse a la personalidad y los hábitos de cada uno.



















