El cambio de nuestras costumbres vitales ha sido repentino y drástico; en pocos meses nos hemos dados cuenta de que probablemente casi nada volverá a ser como antes. Muchas empresas de investigación y operadores de mercado están tratando de trazar el retrato del cambio y de detectar las nuevas tendencias.
Es el caso de EXS Italia, la empresa de Executive Search de Gi Group, que después de la reanudación de la actividad tras el confinamiento ha presentado los resultados de un estudio basado en un panel de entrevistas a los administradores delegados de algunas conocidas firmas de interiorismo.
Coliving y espacios compartidos
“Las medidas de aislamiento social han llevado a los italianos a repensar los ámbitos domésticos y sus exigencias en el hogar”, explica Filippo Cesarino, Practice Leader de EXS Italia. “(…) Si desde hace ya mucho tiempo asistíamos a una convergencia de los espacios y confort doméstico en los lugares de trabajo, ahora esta convergencia se hace bidireccional: los espacios laborales entran en las casas. El confort, hasta hoy a menudo considerado un ‘plus’, algo a lo que se puede renunciar, asumirá mayor importancia.”
Estas son las nuevas tendencias confirmadas por el mercado inmobiliario: la exigencia de reorganizar los espacios domésticos en función de la seguridad y de un uso acentuado del teletrabajo; el desempeño contemporáneo de varias actividades domésticas – desde el juego hasta el estudio, de la cocina al trabajo – en los mismos ámbitos; el aumento de la necesidad del “coliving”; la exigencia cada vez mayor de estar al aire libre y de organizar los espacios exteriores, vividos como una prolongación de la casa.
Se reforma antes de vender
Analizando los impactos del cierre en la oferta de la construcción nueva ya existente en la ciudad de Milán, Abitare&Co, agencia de intermediación inmobiliaria especializada en las nuevas construcciones en la capital lombarda, ha detectado un significativo incremento de actividad en el campo técnico-proyectivo para introducir modificaciones durante el desarrollo de las obras en los inmuebles destinados a la venta. Muchas iniciativas presentaban una cuota importante de pisos de tamaño pequeño o que no comprendían la presencia de un balcón. Las modificaciones prevén la suma de dos viviendas para crear una sola, dotada de espacios exteriores. En otros casos se han establecido modificaciones de los pisos para poder disponer de espacios reservados al teletrabajo principalmente. También las azoteas se ven rediseñadas para poder ser aprovechadas al máximo como lugares en los que relajarse o divertirse. Los nuevos compradores piden una sala de estar menos grande en beneficio de un balcón y una cocina más amplios.
Los servicios marcan la diferencia
“La vivienda, en efecto, no es solo Real Estate”, dice Paola Caniglia, Head of BU Retail de BVA Doxa, “sino también servicios, electrónica de consumo, decoración, entretenimiento y mucho más”.
Durante las semanas de confinamiento se pusieron de manifiesto las disfunciones de muchas viviendas actuales a la hora de soportar el impacto de un teletrabajo intensivo – varios componentes de la familia involucrados al mismo tiempo – y presumiblemente duradero.
Cambiar o reformar la vivienda requerirá mucho tiempo y presupuestos más elevados, (si bien los incentivos fiscales están prestando apoyo a esta demanda, NdR), mientras que será más inmediato cambiar una parte de la decoración para crear un punto de trabajo, antes inexistente, o aumentar la calidad de la conexión WiFi en todos los ámbitos o bien volver a dotarse de televisores mayores y de electrodomésticos “ágiles”. La experiencia del confinamiento ha transformado las viviendas en gimnasios, salas de proyección y para la escucha de música, con un disfrute masivo de la oferta de programas bajo pedido, creando una demanda nueva. Esta evolución valorizará también la presencia de espacios de la comunidad que puedan ser utilizados para estos fines, así como para el trabajo compartido.
Esto es lo que aflora del reciente estudio de BVA Doxa sobre los escenarios de mercado de 2020.