Espacios híbridos destinados a la socialización

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Espacios híbridos destinados a la socialización

El estudio Antonio Citterio Patricia Viel firma la instalación de la sala de exposición Marazzi en la Milano Design Week. Un ámbito doméstico, acogedor, de socialización, en el que la cocina y la sala de estar constituyen un ambiente único, gracias al uso de los materiales cerámicos. Un espacio que, más que a la cocina, le rinde homenaje al cocinar y, más que al comedor, al estar juntos.

La cocina siempre ha sido un lugar donde socializar y en su historia tipológica ha reflejado la evolución social y tecnológica, así como la diversidad entre culturas a través de una tensión continua y fecunda entre la tradición y la modernidad. Este ambiente de experimentación e innovación refleja hoy en día una forma de vivir más hibrida y versátil, muy bien expresada por el concepto de “Living Kitchen”: una fusión entre la cocina y la sala de estar que resulta dinámica, abierta y central en el espacio habitacional. Basándose en este tema, el estudio Antonio Citterio Patricia Viel ha realizado la instalación para la sala de exposición Marazzi de Milán, donde muestra la versatilidad compositiva de las colecciones Mystone Travertino en versión Navona, utilizada en el formato de mosaico ovalado brillante, y la luminiscencia vibrante de la colección Crogiolo Rice en la tonalidad Natural (formatos de 5×15, 7,5×20 y 15×15 cm). Por último, para la encimera de la cocina ha elegido Mystone Travertino Silver.

¿En qué concepto se basa la instalación?
“El objetivo —explica la arquitecta Patricia Viel—, era recrear un ambiente doméstico, acogedor, de socialización. El espacio de la cocina constituye casi un unicum con la sala de estar y la comunicación entre los dos espacios se refuerza mediante el uso de materiales y colores propuestos en los dos ambientes, así como a través de evocaciones continuas: por ejemplo, la base del asiento presenta el mismo gres que las encimeras de la cocina. Los nuevos elementos de mobiliario, las paredes amuebladas y la distribución del espacio transmiten una sensación de pertenencia que fomenta la interacción social. El uso del roble para la mesa de la cocina, al igual que el uso del gres porcelánico (los pequeños formatos de Crogiolo Rice y el efecto piedra de las colecciones Mystone que remiten al carácter artesanal), transmiten una sensación de calidez y de ambiente hogareño intemporal. La riqueza de materiales y el diseño del formato desafían la pureza del interior de estilo oriental, sin muebles, visualmente rico y sofisticado pero que confía toda la estética al revestimiento de las paredes. Aquí el espacio es puro interiorismo, que, más que a la cocina, le rinde homenaje al cocinar y, más que al comedor, al estar juntos”.

¿En qué espacio relacional se ha convertido la cocina actual?
“La palabra clave —continúa diciendo Viel— es precisamente ‘relación’. El aspecto interesante de la cocina es cómo se relaciona con el entorno y se convierte en un testimonio representativo de diferentes épocas y formas de vivir. Uno de los aspectos más fascinantes del diseño de cocinas es éste: es un símbolo del cambio social, fotografiado o incluso adelantado en cierta medida por los diseñadores y arquitectos. En los años setenta, la cocina era un espacio privado que había que ocultar; hoy, en cambio, es algo que enseñarles a las amistades, que se fusiona con el espacio de la socialización que antes se reservaba solo al salón. Esto era lo que queríamos transmitir con la nueva instalación”.

¿Qué papel tienen los materiales cerámicos en la transformación del ambiente de la cocina?
“Tienen la gran ventaja de ser versátiles —concluye Viel—. La cerámica es un material estupendo, uno de los más antiguos y sin duda uno de los más eclécticos, capaz de ser high-tech por lo que respecta a la adaptabilidad y las posibilidades futuras de I+D, pero también low-tech desde el punto de vista de la belleza visible. En conclusión, son materiales capaces de adaptarse y de responder a las nuevas exigencias”.