En Meta, en la península sorrentina, el proyecto de interiorismo del joven arquitecto Gianluca Amitrano se construye en un solo ámbito sobre la base de la memoria, la tradición, el paisaje y un renovado empleo de la decoración
Gianluca Amitrano es un jovencísimo profesional (nacido en 1992) que, además de la proyección urbanística, que ocupa la mayor parte de su jornada laboral, cultiva un serio interés por la arquitectura de interiores.
M2 Home, su segundo proyecto de interiorismo, culmina el sueño de una pareja igual de joven que (sabiamente) decidió fijar su residencia en Meta, pequeña localidad costera situada en el incomparable escenario natural de la península sorrentina, uno de los destinos turísticos más fascinantes de Italia. La vivienda, que se halla ubicada en una posición estratégica, brinda una vista espectacular sobre el litoral y el golfo de Nápoles, pero, como ocurre a menudo, ha requerido una distribución de los espacios diferente, adecuada a las exigencias de los nuevos propietarios. En la disposición, minimalista y extremadamente pulcra, el proyecto ha atendido escrupulosamente a dos cuestiones fundamentales, como son la conexión con el paisaje y la reinterpretación de la tradición, dedicando una atención constante incluso a los detalles menores.
La selección de Scenario Crogiolo, colección histórica del archivo Marazzi, traduce referencias bien argumentadas por parte del proyectista: sus pinceladas de azul nos remiten a la tradición artesanal de las mayólicas de Vietri y a las tonalidades del mar y del cielo. Pero sobre todo volvemos a encontrarnos con las enseñanzas de Gio Ponti en el Hotel Parco dei Principi, que Amitrano ha hecho suyas: “El maestro nos enseñó que uniendo de manera diversa un azulejo de 20 x 20 cm blanco y azul se pueden proyectar decenas de decoraciones. La belleza de Scenario, precisamente en el formato de 20 x 20 cm, estriba justamente en la extraordinaria personalización que determina la distinta identidad de los espacios.”
El hecho de haber empleado los azulejos de gres únicamente en las zonas de servicio no conlleva menoscabo alguno, máxime considerando el cuidadoso y largo trabajo que ha supuesto: se han producido seis o siete composiciones para cada ámbito, todas ellas rigurosamente decoradas con tonos del blanco y del azul. Bien al contrario representa una inversión de papeles “que trastoca la expresión tradicional de los interiores”, pues baños y cocina, únicos espacios decorados en una vivienda dominada por el blanco, constituyen fugas de perspectiva estratégicamente situadas.
En la idea del proyecto, una vez más, se nos evoca el paisaje. El largo y cándido pasillo que termina en el baño decorado, provoca deliberadamente un efecto sorpresa, tan inesperado como el panorama único que se abre al final de los túneles que perforan longitudinalmente la cresta tobosa sorrentina.
En el primer baño reconocemos Scenario Tappeto 1 Blu, con superficies semimates, disponible en tres articulaciones cromáticas, y de veinticinco a cincuenta caras, y en el segundo Scenario Decoro Mix, mientras que en la cocina una composición de múltiples caras presenta asimismo el azulejo de color liso, dispuesto en una estudiada secuencia de color que nos remite visualmente a las profundidades del mar.
Ph. Marino Miccio