Paolo Brambilla, cofundador del estudio Calvi Brambilla, nos habla de la exposición de Palazzo Bovara y el trabajo realizado con los materiales de la arquitectura, especialmente con las superficies de Marazzi.
Design Forever es un homenaje a los sesenta años que cumple el Salone; en efecto, data del 24 de septiembre de 1961 el reto planteado por un grupo de fabricantes de muebles que con el paso del tiempo ha demostrado su extraordinaria intuición y se ha convertido en una cita de valor incuestionable para todo el sector del diseño de interiores. Una instalación —de la que se ha encargado la conocida firma milanesa— que afirma que los valores del buen diseño son universales y atemporales.
La tradicional cita de Elle Decor en Palazzo Bovara este año es una ocasión especial…
Livia Peraldo Matton, directora de Elle Decor, nos ha involucrado en la realización de Design Forever, una exposición que rinde homenaje a la historia del Salone. La selección de las piezas expuestas ha requerido mucho cuidado: nos hemos esforzado por construir un diálogo no convencional entre los maestros del pasado y muchos jóvenes con talento, tanto italianos como internacionales, que están reinterpretando los valores y el lenguaje del diseño italiano.
La instalación se articula en una serie de ambientes para los que hemos elegido piezas y materiales en colaboración con las empresas, procurando evitar el efecto vintage y la musealización. El buen diseño no tiene edad: este es el mensaje que quiere transmitir esta exposición.
¿Cómo habéis trabajado en los espacios históricos de un edificio que data de la segunda mitad del s. XVIII?
Valorizándolos y, al mismo tiempo, reafirmando el valor absoluto de la contemporaneidad: aquí también se ha creado un diálogo abierto que lleva a soluciones que de ninguna manera resultan banales.
La exposición comienza con una instalación que hemos diseñado Fabio Calvi y yo, y continúa hacia una instalación interactiva ideada por el estudio de arte digital Kokoschka Revival.
Sucesivamente hay cuatro salas para las que hemos diseñado otras tantas propuestas de interiorismo con la intención de provocar: Pure, Mobile, Bold, y Hybrid. Aquí encontramos la cerámica de Marazzi que participa en la narración de este eterno vínculo entre el pasado y el futuro, y le brinda su propia interpretación personal. El primer elemento que encontramos es la placa que reviste la recepción, perteneciente a la colección Puro Marazzi Antibacterial The Top de 12 mm de grosor, en la nueva versión Travertino Classico, que incorpora las tecnologías de última generación que, en este caso, garantizan el efecto totalmente antibacteriano de la superficie.
Un buen preámbulo antes de entrar en el meollo de la exposición…
En la sala Bold, los elementos de diseño tienen una inspiración orgánica, son maternos, fluidos y acogedores, dentro de un espacio duro en el que predomina el metal. Para el suelo de gres porcelánico hemos elegido Mystone Ceppo di Gré en dos colores —Greige y Grey— que se alternan formando un dibujo de triángulos equiláteros.
En este ambiente, la alusión es a las paredes metálicas de Cini Boeri. Hemos elegido el Ceppo di Gré porque nos contamos entre los primeros en utilizarlo: esta piedra, lombarda y milanesa por excelencia, confirma nuestra unión con la tradición arquitectónica y constructiva de la ciudad.
La sala Pure alberga objetos de diseño con formas primarias y es totalmente blanca, sorprendente y divertida. Las paredes se han revestido con un material peloso y el suelo también es blanco, pero en este caso brillante. Aquí hemos usado la colección Grande Solid Color White, con un corte personalizado de los elementos cerámicos.
Este espacio hace referencia a las casas monocolor de los años setenta de Nanda Vigo. Más concretamente, a la Casa Bianca (Casa Blanca), que a su vez era la evolución del trabajo realizado por esta diseñadora en los interiores de la villa “Lo scarabeo sotto la foglia” (El escarabajo debajo de la hoja), el hogar del coleccionista Giobatta Meneguzzo con un proyecto firmado por Gio Ponti.
El concepto se amplía para abarcar una reflexión sobre cómo han cambiado los espacios del hogar en los últimos años
En la sala Hybrid, la última del recorrido, hemos escenificado un espacio en que las distintas funciones del habitar no están delimitadas, sino que representan un mestizaje que reúne el trabajo, el descanso, la diversión y la acogida; todas estas funciones están presentes sin solución de continuidad e incluso las piezas de diseño expuestas son las más experimentales y extremas, rehúyen toda clasificación tradicional y se abren a nuevas interpretaciones.
En esta sala, a partir de una determinada altura de las paredes, es posible admirar la belleza de la arquitectura del s. XVIII, con las columnas y las decoraciones de la época. En cambio, las paredes que delimitan el espacio se han revestido con una boiserie formada por ladrillos de gres porcelánico de formato pequeño (5×15 cm) de color Blu con superficie luminosa; se trata de la colección Crogiolo Rice, cuya textura irregular evoca la “manufactura artesanal”.
El uso del formato pequeño adquiere un significado provocador y contrasta con el encanto de los estucos neoclásicos.
Nuestra intención era trabajar con los materiales de forma experimental, compartiendo un mensaje fuera de lo común en comparación con lo que se encuentra en las ferias y las salas de exposición.