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Cracco in Galleria, entre decoraciones de época y diseño contemporáneo

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Los azulejos Marazzi en el restaurante Cracco in Galleria - 1

Cinco plantas en el salón de Milán, sabiamente remodeladas por el Studio Peregalli, para el nuevo restaurante de Carlo Cracco

Cracco in Galleria representa el ambicioso proyecto del chef “estelar” Carlo Cracco de devolverle a la galería Vittorio Emanuele II su papel de “salón de Milán”.

El local, que ocupa cinco plantas, reúne en una misma estructura un café con bistrot, un restaurante, una bodega y un salón privado para ocasiones especiales.

La entrada, en la planta baja, lleva al bistrot, en el que las paredes de estuco, pintadas a mano con un motivo adamascado, recuerdan los dibujos de Fortuny; embellecen asimismo el espacio un pavimento de mosaico y una gran barra de bar de finales del siglo XIX.

En la primera planta nos recibe un espacio decorado con boiseries en tonos grises azulados y un papel pintado con motivos de grandes corolas florales que nos introduce en el restaurante, dos salas que se asoman a la Galleria en las que destacan unas preciosas cerámicas de Lucio Fontana en las paredes y el elegante mise en place, un homenaje al arquitecto milanés Gio Ponti en el dibujo de las porcelanas y los cristales.

La Sala Mengoni, en la última planta, desde la que casi podemos rozar con la punta de los dedos la cúpula de la Galleria, se reserva para las ocasiones especiales. En el semisótano, para concluir, la bodega, un cofre secreto de paredes rojo lacre y estanterías de madera de abeto, alberga más de dos mil etiquetas y más de diez mil botellas.

Estucos, columnas adosadas y bajorrelieves, de una apreciable arquitectura de la segunda mitad del siglo XIX, se amalgaman con detalles más contemporáneos gracias a la refinada reforma firmada por los arquitectos Laura Sartori Rimini y Roberto Peregalli.

También es expresión de un refinado estilo milanés la elección del azulejo curvado cuatro veces Triennale, diseño de Gio Ponti y Alberto Rosselli para Marazzi en 1960, empleado en un rompecabezas de colores (Avorio, Ocra, Nero) para revestir todas las cocinas, presentes en cada una de las cinco plantas.

En las elegantes salas de baño, el gres de imitación del mármol Allmarble de Marazzi, en los acabados brillantes Saint Laurent y Statuario, dialoga de modo sabio con el mármol natural con el que se combina, mientras que para pavimentar todos los locales técnicos, cocinas incluidas, se ha optado por el gres de imitación de la piedra Mystone Lavagna.

Proyectistas: Roberto Peregalli, Laura Sartori Rimini - Studio Peregalli, Milán

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