Sigue nuestros consejos para hacer el mantenimiento correcto de los revestimientos de cerámica de Marazzi
Entre todos los materiales de revestimiento, la cerámica y el gres porcelánico son muy apreciados porque son algunos de los más prácticos. Para mantenerlos perfectos como el primer día, bastan pocos cuidados habituales.
En términos de diseño, representan el equilibrio ideal entre la estética (gracias a sus infinitas posibilidades matéricas), la resistencia y la facilidad de mantenimiento.
CÓMO LIMPIAR LOS SUELOS DE CERÁMICA: NUESTROS CONSEJOS
Lo primero es dejar clara una cosa importante: la limpieza de los azulejos de cerámica, ya sean de interiores o de exteriores, resultará mucho más fácil y rápida cuanto antes se haga la limpieza tras la colocación y más eficiente sea ésta; a esta operación fundamental a menudo se le da poca importancia o incluso se olvida. Hablamos de ello con gran detalle en este artículo.
Los suelos y las paredes de cerámica que hayan sido tratados correctamente tras su colocación serán facilísimos de limpiar con detergentes y utensilios de uso común.
Cómo limpiar los azulejos de cerámica: los utensilios
Para hacer la limpieza habitual de un suelo de cerámica y gres porcelánico, es suficiente utilizar electrodomésticos de uso común y utensilios domésticos.
Antes de lavarlo, es conveniente quitar el polvo y los residuos de suciedad con una aspiradora, una escoba o un robot, con cuidado de limpiar bien las juntas de colocación (los cepillos de las aspiradoras sirven precisamente para esto).
En cambio, para lavar el suelo con agua se puede optar por el cubo y la fregona de toda la vida (o un cepillo o trapo, según los gustos), o bien un lavapavimentos o un robot. El gres porcelánico técnico también se puede lavar con vapor. Además, los revestimientos para exteriores se pueden tratar con hidrolimpiadoras de chorro más potente, sobre todo si la superficie es más rugosa y difícil de limpiar con otros utensilios.
Cómo limpiar los azulejos de cerámica: los detergentes
Para lavar los pavimentos de cerámica o de gres porcelánico es suficiente utilizar agua caliente y un detergente que se elegirá según el tipo de azulejo.
Para la cerámica común (monococción y bicocción) y para los azulejos pulidos y brillantes —así como para los que tienen inserciones metálicas o tornasoladas— es mejor utilizar detergentes neutros, bien diluidos. Por otro lado, el gres porcelánico también se puede lavar con detergentes más ácidos. En cualquier caso, es mejor evitar los productos con perfumes o que formen demasiada espuma. Salvo indicación en contrario de fábrica, los azulejos de cerámica también se pueden lavar con soluciones de agua y alcohol, agua y lejía o agua y amoniaco.
Es aconsejable hacer un aclarado final con un trapo limpio para evitar que queden manchas y residuos.
Una última puntualización sobre los detergentes para eliminar manchas específicas: para quitar incrustaciones de cal, manchas de óxido o restos metálicos de la cerámica, hay que utilizar productos ácidos. En cambio, otros tipos de manchas (bebidas, grasa animal o vegetal, tinta, aceites y colorantes, marcas de goma o calzado) pueden quitarse con detergentes alcalinos.
Además, es aconsejable limpiar periódicamente las juntas entre los azulejos con detergentes específicos. Todos los detergentes y quitamanchas mencionados se comercializan en las grandes cadenas de bricolaje y las tiendas de productos para la construcción, e incluso a veces se encuentran en grandes supermercados e hipermercados.
CÓMO LIMPIAR LAS PAREDES DE CERÁMICA
El cuidado de los azulejos de revestimiento también es fácil y rápido. En la mayoría de los casos, se trata de las paredes del baño y la cocina: según la posición en la que se encuentren en la pared, se utilizará el detergente más adecuado para el tipo de suciedad que presentan.
En las paredes de la cocina que están en contacto con grasas y jugos de alimentos (y también en el caso de las encimeras de cocina de gres porcelánico) se puede aplicar un producto quitagrasas para la cocina con una esponja, y después aclararlo.
En el baño, en cambio, es preferible usar detergentes que también tengan poder antical, o bien productos creados expresamente para estos ambientes, que sean idóneos para eliminar los restos de jabón, aceites y cosméticos.
En ambos casos, desaconsejamos el uso de detergentes muy agresivos o ácidos: si se limpian con regularidad, no serán necesarios.
Por último, un apunte acerca de los azulejos de las paredes que no están en contacto con agua y otros elementos que causan suciedad: las últimas tendencias del interiorismo proponen las grandes placas cerámicas también en el salón, como cabeceros de cama, en otros ambientes del hogar o como revestimiento de muebles.
En estos casos, tras la primera limpieza de los revestimientos después de la colocación, será suficiente limpiar el polvo periódicamente y después pasar un paño húmedo (solo con agua o, si se desea, con un detergente espray que no necesite aclarado).
Para eliminar las manchas de los revestimientos brillantes, lo ideal es secarlos bien con un paño de algodón o microfibra.
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