¡El vademecum de Marazzi para acabar con las dudas!
Unos sencillos consejos de mantenimiento para limpiar los pavimentos de gres porcelánico.
El gres porcelánico es un material muy fácil de limpiar y de mantener. En efecto, bastan unas pocas medidas para garantizar una protección adecuada y duradera que permita preservar la belleza de los azulejos.
La limpieza cotidiana del gres porcelánico se lleva a cabo utilizando un trapo para suelos y una mezcla de agua caliente y detergente neutro de los que pueden encontrarse fácilmente en los comercios. Desaconsejamos el empleo de ceras, abrillantadores e instrumentos abrasivos como estropajos de metal y cepillos duros.
Desaconsejamos asimismo el uso de detergentes abrasivos sobre superficies brillantes y/o pulidas; tras haberlos probado sobre una pequeña parte de la superficie solada, sí pueden utilizarse, en cambio, sobre azulejos de colores mates.
Frente a manchas difíciles o ante suciedad muy persistente sugerimos el uso de detergentes específicos disueltos en agua con arreglo a las proporciones indicadas por el fabricante y dejándolos actuar el tiempo que este recomiende.
A continuación, una breve guía acerca de los productos que resulta conveniente utilizar según la naturaleza de la mancha:
• Depósitos de cal, manchas de herrumbre: producto ácido;
• Restos metálicos (roce de objetos de hierro, níquel, aluminio): producto ácido;
• Manchas de cerveza, vino, café: detergente alcalino;
• Grasas animales o vegetales: detergente alcalino;
• Manchas de goma, tacones de los zapatos: detergente alcalino;
• Tinta soluble, colorantes alimentarios, betún para zapatos: detergente alcalino;
• Aceites y lubrificantes: detergente alcalino.