Un bistró subterráneo en el que el interiorismo de Gio Tirotto juega con las tonalidades oscuras y los reflejos tornasolados del gres porcelánico Grande Metal Look
El chef regresa al lugar de su restaurante histórico y homónimo, en la calle Víctor Hugo, con una nueva interpretación del formato de éxito “Carlo e Camilla”: informal, socializador, transversal (desde el desayuno hasta las copas por la noche). Un proyecto underground en la práctica, porque se ubica dos plantas bajo tierra, y en el espíritu, por el encanto oscuro típico de un local metropolitano alternativo.
“Los dos conceptos principales utilizados como guía para el proyecto son la ciudad de Milán y el underground —explica el interiorista de Plasencia (Italia)—, una mezcla que he intentado equilibrar a través de las formas depuradas de la decoración y la superficie de los materiales”.
El carácter anticonformista del local se aprecia desde la entrada, en la zona del bar que da a la calle, con la barra de acero imitación peltre dominada por una araña escultural de Venini, los sofás tapizados en denim negro lavado, las sillas de aluminio en bruto. Desde aquí, una escalera lleva a la planta -2, dispuesta en varios espacios. Destaca la sala concebida como un anfiteatro donde es posible degustar cócteles y platos easy-gourmet en un entorno informal, sentados en las dos gradas de roble negro de la tribuna. El centro del escenario lo ocupa la larga mesa social, el sello distintivo —estilístico y conceptual— del formato “Carlo e Camilla” que está orientado a compartir la experiencia culinaria y espacial.
La envoltura enfatiza la dimensión surreal de los espacios. La boiserie de Fenix alberga franjas de color gráficas y cuadros de paisajes brumosos, obras (espray sobre lienzo) del conocido grafitero Eron “totalmente en armonía cromática con el revestimiento modular que actúa como piel que recubre toda la arquitectura”. Una piel que, en el suelo, aporta una carga sensorial adicional al espacio, gracias a sus reflejos metálicos dinámicos que están en plena sintonía con los detalles raw del mobiliario. Se trata del gres porcelánico extragrande, de grosor reducido (6 mm), de la serie Grande Metal Look. Para este proyecto, Marazzi ha proporcionado un formato grande personalizado de 160×160 cm, obtenido a partir del corte de placas de 160×320 cm, como confirmación de su capacidad de ofrecer soluciones a la medida para todas las exigencias del proyectista. La necesidad en este caso era técnica: un pavimento de gran rendimiento y mantenimiento reducido, sin solución de continuidad y, sobre todo, que fuese expresivo. El encanto mineral de la variante cromática Iron Dark responde con gran coherencia lingüística al deseo de imprimir un carácter fuerte, matérico y urban-chic al espacio.