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Donde nacen los productos de Marazzi: la producción vista a través de los ojos de las arquitectas y blogueras de WEBLOG
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Tecnología y ecosostenibilidad en Casiglie, uno de los establecimientos más adelantados del mundo en la fabricación de gres porcelánico
La mejor forma de conocer un material es ver cómo y dónde se fabrica.
Eso es lo que han hecho las arquitectas y blogueras de WEBLOG (Elisabetta Rizzato de italianbark, Nora Santonastaso de Design Outfit, Carlotta Berta de unprogetto y Elisabetta Mattiello de MaisonLab) durante su visita a la fábrica Marazzi de Casiglie, en Sassuolo (Módena).
Con casi un centenar de empleados, Casiglie es uno de los “corazones productivos” de Marazzi Group, además de una de las fábricas más avanzadas del mundo en el sector de la producción de azulejos de gres porcelánico.
En Casiglie se adoptó por primera vez la tecnología “continua” a gran escala. Se trata de un proceso que permite producir gres porcelánico con varios formatos y acabados en una misma línea de producción.
La línea continua es, concretamente, la “cinta continua” en la que se colocan las materias primas (la pasta de polvo y gránulos de la que nace el azulejo) y sobre ella se realizan los distintos procesos de producción hasta obtener el producto acabado.
Todo empieza con una capa ordenada de polvo listo para ser transformado: la decoración se realiza directamente en la materia prima en seco, gracias a la introducción de polvo y gránulos mediante lluvia artificial (variables en función del tipo de producto final que se desee obtener), lo que brinda un resultado de altísimo valor estético y técnico.
Después, la capa de polvo se compacta por medio de dos máquinas (una primera prensa de 70 kg y la segunda de 400 kg) y solo a continuación se realiza el corte, lo que hace que el proceso sea muy flexible y reduce al mínimo los desperdicios. Tras el secado, el azulejo está listo para el esmaltado, la impresión y la cocción.
Para comprender a fondo y apreciar la auténtica revolución que se ha producido en los diez últimos años en el sector de la cerámica, hay que fijarse justamente en la zona de impresión, donde una gran impresora digital 3D utiliza la tecnología de chorro de tinta para reproducir cualquier tipo de efecto sobre la superficie cerámica. Trabajando con archivos de altísima resolución, es posible imprimir elementos de enormes dimensiones (de hasta 1300 × 1300 cm) y, por otra parte, se pueden reproducir fielmente los motivos típicos de materiales naturales tales como la madera y el mármol en sus diferentes variantes.
La parte más impresionante de la visita es, sin duda alguna, la zona de cocción.
Se trata de un pasillo de casi doscientos metros rodeado de hornos a ambos lados. La disposición longitudinal es necesaria para alcanzar la temperatura máxima (1210 grados en el horno central) de forma paulatina, un factor fundamental a la hora de garantizar la resistencia final del producto y la estabilidad dimensional de los formatos, especialmente los más grandes.
Los últimos procesos son el rectificado (es decir, el corte para obtener placas perfectamente regulares y rectas) y la selección. La selección de los productos consiste en comprobar el color, el tono y la resistencia mecánica, así como la “geometría” del gres (calibre, planeidad, ortogonalidad), por medio de máquinas especiales. Todos y cada uno de los azulejos de primera calidad que salen de Casiglie deben ser simplemente perfectos.
Todo el centro de producción, que está activo veinticuatro horas al día y siete días a la semana, se controla y se supervisa mediante un sistema hipertecnológico centralizado que garantiza la máxima seguridad y eficiencia. Incluso las cajas de cartón que contienen los azulejos listos para su envío se fabrican internamente en este centro, de forma sincronizada con el proceso de producción para evitar problemas de abastecimiento.
La sostenibilidad ambiental es otra de las características de la fábrica de Casiglie, que produce su propia energía eléctrica gracias a un sistema de cogeneración y recupera el aire caliente de los hornos para alimentar los secadores y los quemadores. Desde siempre, Marazzi es pionero en sostenibilidad, lo que se traduce en una producción de ciclo cerrado que limita el consumo de recursos naturales y el impacto medioambiental, gracias a la introducción de la gestión controlada de los residuos, el consumo de energía y el reciclaje de materias y aguas industriales.
Foto: Davide Buscaglia



































