Bienestar entre el mar y el bosque mediterráneo

Tiempo de lectura minutos

Bienestar entre el mar y el bosque mediterráneo

En Taormina, el Grand Hotel San Pietro cuenta con un spa que se asoma a un panorama espléndido. Suelos de imitación del mármol que amplifican la luz, paredes que recuerdan a las formaciones kársticas y tabiques de ladrillos de sal que brindan un efecto natural para entregarse de lleno al relax.

Con una vista arrebatadora del mar Jónico, el Grand Hotel San Pietro de Taormina se presenta como el lugar del relax por excelencia.
El edificio es una villa de principios del s. XX, restaurada recientemente y diseñada pensando en las vistas y las terrazas orientadas hacia el mar. La reforma del spa realizada en 2020 lleva la firma de la arquitecta de Messina Teresa Cammara, y se ha centrado en el semisótano que constituía la base de la piscina y el solárium superior, una «estructura de cimentación».
«Durante la primera inspección que hicimos —explica Cammara—, nos dimos cuenta de que la zona se asomaba a un panorama magnífico y comprendí el potencial tan extraordinario que tenía el proyecto. Por eso, decidimos agrupar todas las actividades destinadas al bienestar en los espacios del semisótano».

El spa está organizado en una superficie no muy amplia: 240 m². «Era necesario aprovechar y diseñar los espacios lo mejor posible, de forma que desempeñaran ante los huéspedes el papel de un «vientre materno», cuya madre está representada por la espesa vegetación mediterránea que poco a poco va descendiendo hacia cotas más bajas y que actúa como marco para el panorama protagonizado por la bella isla de Taormina».
Todos los elementos destinados al relax, tales como el hidromasaje y las tumbonas, tienen vistas al paisaje. «Las piscinas están integradas en los balcones originales y entran en contacto inmediato con la vegetación, mientras que las tumbonas relajantes están orientadas hacia el exterior, al igual que las duchas sensoriales, el baño turco y la sauna finlandesa».

Para otorgar ritmo y carácter matérico a la fila de tumbonas, se ha optado por utilizar tabiques de ladrillos de sal traslúcidos, que dejan penetrar la luz incluso en la parte posterior más oculta, es decir, las salas de masajes. Estas últimas, aunque están veladas, presentan la otra cara de las paredes de sal y contribuyen a crear un ambiente más saludable, sugerente y relajante. En la zona posterior también se encuentran los vestuarios y los baños.

El ambiente es prácticamente total white. Las placas de gres porcelánico Allmarble Statuario estructurado de Marazzi, en formato 60×120 cm, reflejan la luz natural que entra a raudales por las grandes ventanas. Para crear ritmo, en la parte que da al panorama se han creado recuadros decorativos con dos acabados diferentes de Allmarble Lasa lux y satinado, cortados y colocados a medida a partir del formato 60×120 cm. «Las grandes placas me han permitido crear un ambiente elegante y, al mismo tiempo, mantener las prestaciones mecánicas y de higiene necesarias para este tipo de ambiente. Además, el uso de la versión Allmarble estructurada en el suelo garantiza la característica antideslizante y el efecto natural que estaba buscando».

Para los revestimientos de las paredes de los baños, el baño turco y la ducha sensorial, se ha elegido Allmarble Frappuccino lux y Allmarble Saint Laurent lux (60×120 cm).
«La imitación del mármol que ofrecen es de lo más sugestiva. Al utilizar las duchas, integradas en la zona menos panorámica, se tiene la sensación de estar dentro de una gruta kárstica, cuyas formaciones minerales compiten con las obras de escultura».

 

Fotos: Daniele Domenicali